Este mes de septiembre, coincidiendo con el inicio del nuevo curso, entrevistamos a Yolanda Lemus, coordinadora y trabajadora social del C.O. La Gavina desde hace más de 23 años, para que nos explique las novedades del programa de actividades para el curso 2024-2025.

¿El Centro Ocupacional La Gavina incorpora algún cambio este nuevo curso que valoráis que va pidiendo el perfil de las personas usuarias?

Nosotros tenemos muy en cuenta sus necesidades y opiniones. Anualmente nos reunimos con ellas para hacer la valoración y a partir de aquí, se consensuan los cambios. De acuerdo con esto, la gran novedad que incorporamos este año es la adaptación de todas las actividades a una orientación más terapéutica y transversal. Así como la interacción con el entorno, a que le damos mucha importancia.

¿Por qué?

Porque tenemos que poner las personas en situaciones propias de la vida real, que puedan hacer red con el barrio, no podemos convertir la Fundación en un “gueto”. Si las personas interaccionan en un contexto real, de manera funcional, tendrán una participación activa, verán el resultado de su trabajo y la actividad le servirá como aprendizaje para su día a día. En nuestro programa de actividades ofrecemos una gran variedad de actividades, que nos permiten enriquecer la experiencia de aprendizaje, así como su generalización.

¿Cuál es la actividad más solicitada por las personas usuarias del C.O. La Gavina?

Esto depende de cada persona, en cada área ofrecemos actividades obligatorias y optativas. Nosotros tenemos en cuenta los perfiles de las personas, hay personas más creativas que les gusta la arteterapia o las audiovisuales, otras que les gusta más las actividades deportivas como natación o deporte, otros las más laborales como los servicios comunitarios o las manipulativas.

¿Cómo has visto evolucionar la tipología de actividades en los últimos años?
Somos un centro ocupacional con un modelo de atención en constante evolución. Las actividades se organizan curso tras curso en función de los objetivos a trabajar. Cada actividad la dirige uno de los monitores, en un espacio diferenciado, para aprovechar mejor nuestros recursos y dar una atención de mayor calidad. Con este modelo de atención ha habido una mejora en la calidad del servicio y en la metodología de intervención, con un resultado muy satisfactorio para todas las personas usuarias y para todo el equipo de profesionales.